lunes, 24 de febrero de 2014

¿hacer más que ser?

¿Son necesarias las recaídas anímicas, cada tanto? Se vuelven ansiedad y gula.
Insaciables,
un poco infinitas.
Parecen tan sanas como un grito sin garganta a la franja de cielo del Bv. Illia.
Tan sanas como un derroche de tiempo y plata en ocio que no necesitas.
Me doy premios, me regalo permisos, pero me exijo sacrificio, porque si no juntar los restos con la pala
son tarea muy difícil.
Tocar fondo, es tan necesario... ¿Como se produciría si no, el vuelo de burbujas de las bailarinas acuáticas que se elevan hacia la superficie, sobrepasándola?
Superándola.
Tocar fondo es tomar impulso, para llegar a la estratosfera... No es sano, confieso. Se vuelve tóxico, y la respuesta de varias preguntas; pero se que no lo es, por eso: hacer más que decir.



Que tiempo para recordar, voy a tener mucho...
balanceándome sobre mi sillón de mimbre.